A mí me costó un año entero: nunca ves el momento, no quieres tener más “obligaciones” (trabajo, casa, familia, amor, amistades, gimnasio y, ufff, la vida social media son demasiado para 24 horas) y, lo peor, te gustan tantas cosas que no sabes en qué focalizarte.
Bueno, no pasa nada, no hay que perder los nervios ni fustigarse cada vez que vemos que nuestro colega ya ha puesto en marcha el suyo.
Mientras hacemos por crear el momento (que no, por “encontrarlo”, eso es de “perdedores”) hay un par de plataformas intermedias, que no son ni blogs ni propiamente redes sociales, que pueden ser muy útiles para tener una identidad web clara, incluso si ya tenemos blog o weblog .
Se trata de unas “minipáginas” que a modo de tarjetas de visita con curriculum vitae incorporado nos permiten además de condensar nuestro perfil mostrar las diferentes redes en las que estamos y vías de contacto. Y lo mejor de todo: son gratuitas.