Mañana comienza el @ebe, una cita anual con las ultimas tendencias en internet: marketing, comunicación, medios, aplicaciones, coaching... Todo lo que de verdad importa para estar al día.
Y tenemos la gran fortuna de, por una vez, no tener que desplazarnos a Madrid o Barcelona, porque por unos días en internet el Sur existen existe: da acogida a uno de los completos eventos del territorio nacional.
Entones, habrá que aprovecharlo.
Yo asistí por primera vez el año pasado y la experiencia fue muy buena, pero, como siempre, podría haber sido aun mejor, de ahí esta lista de (humildes) consejos:
El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar el resumen de su informe anual que resume los datos obtenidos en la última Encuesta sobre el uso de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y del Comercio Electrónico en las empresas 2011/12.
A priori, los datos son bastante alentadores en cuanto al uso que de Internet, o más bien de los sitios y páginas webs propios y ajenos, hacen las empresas, no así de las redes sociales por las que parece que el sector no termina de apostar.
El pasado miércoles 18 de abril a las 19.30 horas arrancó el evento para el que Joseba, Sara, Luisa y yo llevábamos meses trabajando: el I Conversion Thursday Sevilla. Sí, un evento tan especial que llevando la palabra jueves en su título (bendito inglés), se celebra en nuestra ciudad en el ecuador de la semana laborable, es decir, en miércoles.
La primera vez que nos sentamos a pensar en los detalles, surgió la pregunta: ¿tiene cabida en Sevilla otro evento sobre comunicación y marketing on-line? Todos éramos muy conscientes de que la agenda sevillana estaba bastante completa.
Iniciativas como el Tapas&Tweets, el SevillaSeMueve o The Monday Reading Club, entre otros, ponían el listón alto….
Pero, en una segunda vuelta de tuerca, nos planteamos, que, precisamente si el nivel era cada vez más alto con compañeros y compañeras del sector, cada día más y mejor formados y especializados, no estaría de más, plantear un evento donde no hubiera contextualizaciones ni introducciones, donde se plantearan las dudas y los problemas de los que diariamente trabajamos en el sector. Y nos pusimos a ello.
¿Te repites todas los lunes como un mantra “esta semana empiezo mi blog”?
Créeme que sé lo duro que es ponerse manos a la obra.
A mí me costó un año entero: nunca ves el momento, no quieres tener más “obligaciones” (trabajo, casa, familia, amor, amistades, gimnasio y, ufff, la vida social media son demasiado para 24 horas) y, lo peor, te gustan tantas cosas que no sabes en qué focalizarte.
Bueno, no pasa nada, no hay que perder los nervios ni fustigarse cada vez que vemos que nuestro colega ya ha puesto en marcha el suyo.
Mientras hacemos por crear el momento (que no, por “encontrarlo”, eso es de “perdedores”) hay un par de plataformas intermedias, que no son ni blogs ni propiamente redes sociales, que pueden ser muy útiles para tener una identidad web clara, incluso si ya tenemos blog o weblog .
Se trata de unas “minipáginas” que a modo de tarjetas de visita con curriculum vitae incorporado nos permiten además de condensar nuestro perfil mostrar las diferentes redes en las que estamos y vías de contacto. Y lo mejor de todo: son gratuitas.
Cuando hablamos de que el sector del comercio electrónico es “la gran esperanza” de esta gran crisis que vivimos, me da la impresión de que, aunque la afirmación va por buen camino, muchos de los sectores implicados en el desarrollo de este canal de ventas aún andan un poco dormidos, más bien medio zombies, al menos en España.
Cuando la pequeña o mediana empresa (B2C) decide poner en marcha e invertir en un canal de venta directa a través de la web, cuando tiene los números hechos y parece que la cosa cuadra, en lo primero que piensa es en el desarrollo de la plataforma y los servicios logísticos.
Es entonces cuando aparece el factor VOLUMEN como una amenaza en el horizonte de la mano de algo mucho más delicado: la ADAPTACIÓN AL CLIENTE FINAL.
Podemos tener una web preciosa, estupenda, 100% posicionada, usable a tope, que sitúe al cliente y a la experiencia de compra como ejes de interacción, pero si nos falla la logística estamos (o estaremos) muertos. ¿Por qué? Porque vamos a ser deficientes en el último paso, en el que más le importa al cliente, en el que justifica y sustenta su "salto de fe": la materialización de la transacción y de la experiencia de compra, o lo que es lo mismo, la llegada a sus manos de la mercancía.