Profesional del Marketing, la Comunicación y la Transformación Digital. Docente en másters de Dirección de Marketing. Mentora de startups.
Algunos me conocen como @acantalicio (twitter).
Especializada en marketing, comunicación y generación de negocio. Enamorada del digital: medios sociales, comercio electrónico y gestión de relaciones con los clientes.
¿Te repites todas los lunes como un mantra “esta semana empiezo mi blog”?
Créeme que sé lo duro que es ponerse manos a la obra.
A mí me costó un año entero: nunca ves el momento, no quieres tener más “obligaciones” (trabajo, casa, familia, amor, amistades, gimnasio y, ufff, la vida social media son demasiado para 24 horas) y, lo peor, te gustan tantas cosas que no sabes en qué focalizarte.
Bueno, no pasa nada, no hay que perder los nervios ni fustigarse cada vez que vemos que nuestro colega ya ha puesto en marcha el suyo.
Mientras hacemos por crear el momento (que no, por “encontrarlo”, eso es de “perdedores”) hay un par de plataformas intermedias, que no son ni blogs ni propiamente redes sociales, que pueden ser muy útiles para tener una identidad web clara, incluso si ya tenemos blog o weblog .
Se trata de unas “minipáginas” que a modo de tarjetas de visita con curriculum vitae incorporado nos permiten además de condensar nuestro perfil mostrar las diferentes redes en las que estamos y vías de contacto. Y lo mejor de todo: son gratuitas.
Cuando hablamos de que el sector del comercio electrónico es “la gran esperanza” de esta gran crisis que vivimos, me da la impresión de que, aunque la afirmación va por buen camino, muchos de los sectores implicados en el desarrollo de este canal de ventas aún andan un poco dormidos, más bien medio zombies, al menos en España.
Cuando la pequeña o mediana empresa (B2C) decide poner en marcha e invertir en un canal de venta directa a través de la web, cuando tiene los números hechos y parece que la cosa cuadra, en lo primero que piensa es en el desarrollo de la plataforma y los servicios logísticos.
Es entonces cuando aparece el factor VOLUMEN como una amenaza en el horizonte de la mano de algo mucho más delicado: la ADAPTACIÓN AL CLIENTE FINAL.
Podemos tener una web preciosa, estupenda, 100% posicionada, usable a tope, que sitúe al cliente y a la experiencia de compra como ejes de interacción, pero si nos falla la logística estamos (o estaremos) muertos. ¿Por qué? Porque vamos a ser deficientes en el último paso, en el que más le importa al cliente, en el que justifica y sustenta su "salto de fe": la materialización de la transacción y de la experiencia de compra, o lo que es lo mismo, la llegada a sus manos de la mercancía.
Sí, es un gran día porque por fin he puesto en marcha mi blog.
¿Por qué he tardado tanto? Porque es muy difícil sacar tiempo para mí cuando tengo tanto trabajo, porque sabía que esto es casi como tener hijos: hay un antes y un después. Excusas, dirán algunos (y con razón).
Hace ahora más o menos un año que Joseba Hervella (@hervella), al que hoy puedo considerar un amigo además de un gran profesional, me presentaba a la persona que más caña me ha dado en este sentido y que más me ha motivado a la hora de ponerme a hacerme un blog en condiciones. Hablo de Alfonso Alcántara (@yoriento) un tipo singular en el mejor de los sentidos, de humor ácido y exquisito paladar, que con ese perfil y viviendo dos calles más atras sólo podía convertirse en un amigo.
Tampoco olvido a mi blogger favorita, Isabel Salas (@mqhabla) de quien sólo podría decir cosa buenas, bonitas y (nada de) baratas. Sin sus sabios consejos y sin su amistad no habría puesto esto nunca en marcha y qué decir de Sara Moreno (@ssaramoreno), apoyo incondicional y consejera profesional...
En fin, que aquí me veo, escribiendo la que será mi declaración de intenciones gracias a la insistencia y buen hacer de cuatro grandes profesionales y mejores personas.
Me dejo ya de peloteos, que parezco Almódovar recibiendo un óscar y voy al grano: ¿qué vas a encontrar en este blog?